El punto muerto o umbral de rentabilidad es aquel momento de la producción o venta en el que esta se iguala a los costes, por tanto será el momento a partir del cual la empresa comenzará a obtener beneficios.
Para poder realizar el cálculo se han de aceptar las siguientes hipótesis de par-tida:
- Que la cantidad de producto vendida sea igual a la producida, es decir, que las existencias iniciales sean iguales a las finales.
- Que el precio de los factores permanezca constante.
- Que nuestro precio de ven-ta permanezca constante.
- Que el análisis se realice a corto plazo, única forma en que se puede considerar fijo un coste.
- Que los costes variables cambien con el nivel de actividad.
El punto muerto se puede expresar de cuatro maneras distintas:
- En términos físicos: unidades producidas.
- En términos monetarios: importe de la producción.
- En términos de uso de la capacidad productiva: porcentaje.
- En términos temporales: meses y días.
Su fórmula de cálculo es la siguiente:
Punto muerto en unidades vendidas = costes fijos / (precio de venta – costes variables unitarios).